La oficina de WWF en Paraguay abrió sus puertas el 4 de abril de 2000 para realizar trabajos de conservación en el Bosque Atlántico, uno de los biomas más degradados y fragmentados del mundo.
El trabajo en Paraguay inició como un pequeño Proyecto País y desde entonces se ha ampliado para convertirse en una Oficina País en 2012, con proyectos en 4 ecorregiones que comprenden un sorprendente nivel de biodiversidad: Bosque Atlántico, Chaco, Pantanal y Cerrado. Paraguay es también muy rico en agua dulce, formando parte del sistema del Río de la Plata, siendo rodeado por sus dos afluentes más grandes; los ríos Paraná y Paraguay, y atravesado también por numerosos ríos y arroyos más pequeños que forman importantes sistemas de aguas y humedales. Bajo el Bosque Atlántico, Paraguay comparte con Brasil, Argentina y Uruguay el Acuífero Guaraní, uno de los mayores acuíferos de agua dulce del mundo. Así como el trabajo en esta parte del mundo es desafiante, es igual de emocionante y satisfactorio. Cuando atravesamos la ecorregión del Chaco podemos encontrar un bioma único con dos ecosistemas muy diferentes y próximos entre sí: el Chaco seco-xerofítico y el vasto humedal, que junto con el Pantanal forman el extenso sistema Chaco-Pantanal. Paraguay está rodeado por tres países mucho más grandes, Argentina, Bolivia y Brasil. Sin embargo, las culturas, personas y comunidades en Paraguay son diversas y distintas, manteniendo la cultura asociada con un idioma popularmente conocido como Yopará; una mezcla de guaraní y castellano.
El foco principal de WWF-Paraguay incluye casi todas las prácticas definidas por la Red WWF, como la práctica relacionada a Bosques que ha sido trabajada desde los inicios de WWF-Paraguay, conectando importantes bloques forestales y creando corredores de biodiversidad para recuperar los servicios ambientales que este ecosistema proporciona como unidad paisajística, enfocado en la biodiversidad, el agua, el suelo y la regulación climática.
Nuestro enfoque también incluye producción y mercado, trabajando en lo posible con entidades financieras que están acelerando el desarrollo de Paraguay y creando una demanda de commodities nunca antes vista en la historia de este pequeño país. La sostenibilidad es clave en nuestro trabajo con el sector productivo y las corporaciones en Paraguay. Sin embargo, todavía hay pocas compañías que realmente orientan sus transacciones considerando las tres áreas de la sostenibilidad: económica, ambiental y social.
Las organizaciones ambientales enfrentan un gran reto en estas áreas, porque por un lado se continúa necesitando una verdadera planificación del uso de la tierra y su distribución equitativa y una política de gobierno que tenga en cuenta el verdadero significado de la sostenibilidad y; por otro lado, se debe crear productos que puedan ser vendidos en mercados internacionales. Fundamentalmente, se necesita mejor tecnología para producir más con menos y evolucionar hacia una cultura de inclusión real para todos. Por último, pero no menos importante, Paraguay tiene una deuda vergonzosa con varias comunidades indígenas que han sido, y siguen siendo desplazadas en nombre del desarrollo y el progreso.
Como país, aún tenemos numerosas variables significativas y potencialmente conflictivas que deben ser incluidas en nuestra evolución como nación y región a fin de respetar, preservar y mantener la diversidad en todos sus aspectos.
Conoce más de las acciones de WWF en Paraguay aquí.
En estos 21 años, WWF ha impulsado iniciativas en todas las Ecorregiones del Paraguay. El equipo técnico, científico y administrativo de la organización trabaja desde las distintas aristas de la sostenibilidad en: mitigación y adaptación al cambio climático con comunidades indígenas, el gobierno y la sociedad civil en general; promoviendo la conservación de la biodiversidad de la región; apoyo al ordenamiento territorial trabajando con municipios del Chaco; en desarrollo y consolidación de la producción sostenible con empresas de pequeña, mediana y gran escala; desarrollo de capacidades en el sector público para incorporación de herramientas tecnológicas para prevención de incendios y alerta temprana de deforestación; promoción de proyectos sostenibles financiables, entre otras actividades.